Vivimos en un mundo hecho para el sonido. A menos que te encuentres en la cima de una montaña, es probable que estés rodeado de una multitud de altavoces mientras llevas a cabo tus actividades diarias.
Teléfonos celulares. Televisores. Ascensores. Ese altavoz Bluetooth del metro que suena a todo volumen y que preferirías no escuchar.
¿Cómo funcionan realmente los altavoces? Aunque puede que no sientas una gran curiosidad por los aspectos técnicos del sonido, es útil tener un conocimiento básico sobre la tecnología de los altavoces si planeas pasar tu vida en un estudio.
¿Cómo funcionan los altavoces?
Cuando envías una señal de audio amplificada a una bobina de alambre metálico en el altavoz, esta bobina responde a la corriente eléctrica que la atraviesa. Al interactuar con un imán dentro del altavoz, la bobina hace que el diafragma vibre.
El diafragma, al moverse, desplaza el aire y crea ondas sonoras que replican exactamente la señal de audio original. Y así es como puedes escuchar cualquier cosa con gran facilidad. Aunque esta es una versión muy simplificada del proceso, ahora tenemos una idea básica de cómo funcionan los altavoces.
Para que la experiencia sonora sea la adecuada, siempre se debe adquirir un altavoz adecuado según el uso que se le va a dar. Por ejemplo, los altavoces activos de Vulkkano siempre te permitirán disfrutar de una muy buena calidad de sonido. En https://vulkkano.com/collections/monitor-vulkkano puedes ver una amplia variedad de altavoces Vulkkano entre los que elegir. Como hemos comentado, según tus necesidades y presupuesto podrás elegir entre una opción u otra. Recuerda, no solo tienes que mirar el precio y su diseño. Es muy importante mirar sus características para certificar que la experiencia sonora que vamos a vivir es la que realmente nos interesa.
Partes principales de un altavoz
Teniendo en cuenta que el trabajo del altavoz es convertir la señal eléctrica en ondas sonoras, podemos darnos cuenta de que para ese trabajo es necesario contar con una serie de piezas. Te mostramos las partes más importantes para que las puedas conocer.
- Placa posterior, placa trasera y placa superior La pieza polar de un altavoz es esencial, funcionando como el núcleo que mantiene la coherencia del sistema magnético, similar a cómo un director sincroniza una orquesta. La placa trasera se ubica detrás del poste central, mientras que la placa superior se sitúa encima de este.
- Imán El imán permanente, rodeado por el polo y las placas, concentra su campo magnético y está fijado a la canasta del altavoz. Se llama “permanente” porque mantiene su magnetismo de manera constante. En contraste, la bobina móvil solo se convierte en un electroimán cuando pasa una corriente eléctrica a través de ella.
- Bobina móvil La bobina móvil es un alambre enrollado alrededor de un pequeño cilindro, similar a un yoyo. Al recibir una señal eléctrica, se convierte en un electroimán que interactúa con el imán permanente. Esta interacción de fuerzas magnéticas provoca el movimiento de la bobina, creando así las ondas sonoras.
- Araña y séquito La araña es un componente de material corrugado que sostiene la bobina móvil, permitiéndole moverse libremente hacia adelante y hacia atrás sin desviarse. El séquito, o marco, sostiene el cono en su lugar en la parte superior de la canasta, manteniendo todo alineado.
- El cono El cono, también conocido como diafragma, es una de las partes visibles del altavoz. Se mueve en respuesta a los pulsos magnéticos de la bobina móvil, creando ondas de presión en el aire que producen los sonidos que escuchamos.
- Tapa contra el polvo Esta pequeña cubierta protege el interior del altavoz de polvo y suciedad, evitando daños.
- Marco o canasta es la estructura que mantiene todas las partes del altavoz unidas. Tiene una forma similar a una canasta y es crucial para la integridad del altavoz.
- Componentes eléctricos Para que la bobina móvil funcione, necesita una señal eléctrica que se transmite a través de los terminales del altavoz y el cable trenzado. Los terminales son conectores metálicos que enlazan el cable de audio con el altavoz, y el cable trenzado transmite la corriente eléctrica a la bobina móvil.
- Tapa de polvo Un altavoz necesita una carcasa, también llamada gabinete, para funcionar adecuadamente por varias razones. Primero, protege los componentes internos del polvo, la suciedad y otros elementos externos. Segundo, evita la cancelación de fase, ya que las ondas sonoras creadas en ambas direcciones por el diafragma se anularían sin una caja. Finalmente, la carcasa ayuda a dirigir el sonido y sintonizar las frecuencias bajas de manera efectiva. Generalmente, se fabrica con materiales robustos como madera de densidad media (MDF) o plástico, para asegurar su resistencia y durabilidad.
Amplificación del sonido
Todo esto está muy bien, pero un solo altavoz no será suficiente para producir un sonido útil.
Aunque los altavoces vienen en diversas formas y tamaños, todos necesitan lo mismo: una señal de audio que sea más potente que la señal de nivel de línea que envían los dispositivos de reproducción, como televisores o interfaces de audio.
Para elevar la señal del nivel de línea al nivel adecuado para los altavoces, se utiliza un amplificador de potencia. Dependiendo de los altavoces, este amplificador puede estar integrado en la carcasa del altavoz o ser una unidad externa.
- Altavoces activos: los altavoces activos tienen un amplificador incorporado. Como hemos comentado anteriormente, los Vulkkano son una gran opción dentro de esta alternativa. Entre otras opciones puedes optar por las versiones A4 o A5 ARC entre otras. Y así podrás sacar el máximo provecho a los altavoces.
- Altavoces pasivos: los altavoces pasivos, por otro lado, necesitan un amplificador de potencia externo para poder convertir la señal de audio en ondas sonoras.
Ahora que ya conoces cómo están formados los altavoces y como se produce el sonido, ya sabes que tienes que mirar a la hora de comprar un buen altavoz. Como bien sabrás, en el mercado hay muchas opciones entre las que elegir, pero no todas dan los mismos buenos resultados. Por ese motivo, es importante analizar bien los altavoces para elegir el que mejor encaja con nuestras necesidades. Y recuerda, no siempre el más potente es la mejor opción.